Este fin de semana ha sido momento oportuno, aprovechando el estreno a principios de la semana, para dejarse llevar por El Reino del Yo. Me refiero ni más ni menos al nuevo álbum, que, desde luego, ha dado vida y forma con todo el sumo mimo el mc madrileño Daniel Donoso, a.k.a. Kane.
Desde luego, es notorio que, al bueno de Dani, o de Kane, como así queramos referirnos a él, lo conocemos más allá de colabos en las que se ha dejado caer, de su buen trabajo en su proyecto común largo tiempo recorrido por carreteras del Estado, y no solo por el panorama madrileño, junto a sus dos buenos amigos, y también mc’s Sholis y Endikah –residentes y habituales del barrio mostoleño del Soto. Es decir, ese proyecto sin duda suena y representa ese buen underground madrileño con el nombre de los “935”, con el cual el propio Kane no duda mencionarlo una y otra vez en cada una de sus “punchlines” de su álbum, con innegable orgullo.
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Pero lo interesante y con lo que nos queremos quedar aquí es con el gran titular: El Reino del Yo . La verdad es que la intención de Kane, sin haberlo llegado a preguntar, se ve de forma claramente nítida y transparente. Esto es, su intención es navegar, en clara referencia y evidencia del título de su gran trabajo, a su forma de ser, su personalidad, su nutrido origen barrial, que tanto nos recuerda a Barrionalistas, de Los Chikos del Maíz o bien, mucho más cercano a su tan sonado hit con sus grandes amigos en Hooligans, Política de barrio, donde incluso también se hace eco en la base del tema citado de Los Chikos.
Además, no nos podemos detener en la pretensión más profunda de todo lo que en sí transmite, sino que, además, pese a que falta voz a las mc girls autóctonas, sí que es muy evidente la gran presencia de colabos del todo el panorama nacional de mcs desde Erick Hervé y Lone, pasando por distintos subgéneros dentro de la escena como así son Shoda Monkas y Juancho Marqués, sino también por el buen sobre nombre de Cheb Rubén y el eterno Darmo.
Son innumerables las colaboraciones, y desde luego no podía faltar sus dos grandes amigos Sholis y Endikah, ni tampoco la cercanía que se deja ver con Poison con la potente y bien conocida voz de Waor (sin dejar eso sí de poder ver nuevas voces, a las cuales es necesario volver a visitar). Es interminable, pero no solo suena a su estilo propio, tan bien entrenado en buenas barras, y que bien lo ha mostrado en cada clip que tan bien se ha molestado en publicitar, sino en su gran atrevimiento con otros “tempos” sin dejarnos perder el aliento ni perder el compás. Con ello, esperemos que la pandemia nos de tregua y que Dani consiga muchas fechas y muchos “sold out”.
Kane 935 desvela «Pray for mis enemies» junto a Lone y Erick Hervé