Hay un momento en la vida de todo artista donde se deja al antiguo «yo» en un cajón y se pasa al llamado next level. Los hay que tardan lo suyo en encontrar su sitio dentro del panorama del Hip Hop nacional, pero para Shoda Monkas eso no ha sido una traba y la reinvención de su música lo ha llevado a donde está ahora. Nada de promesa. Puro presente y futuro dentro de la industria.
Con «Paz Feelin’s» ya se atisbaba que tenía muchas cosas que decir. Lo mejor estaba por venir y la carta de presentación de su alma, su esencia y su propiedad musical iba a cargo de canciones como “Arte moderno” o “Meraki”. Ni más, ni menos, la palabra «meraki» le viene que ni pintada, ya que es la definición griega para describir algo a lo que se le pone empeño, creatividad y corazón. ‘Super Sport’ es la prueba definitiva de que la pasión de Shoda Monkas lo va a llevar incluso más lejos de donde se encuentra actualmente.
«Super Sport» posee todo el sabor crudo de canciones que suenan a despedida, como en el caso de «Victoria’s», pero también posee esa chulería característica de la música del rapero albaceteño con, por ejemplo, «True Love».
Todo gira en torno a una temática que va más allá del “qué le voy a hacer, mami, si he nacido chulo y me quiero tan bien». Va de hablar de los suyos y de reventar el «aplausómetro» para conseguir que vivan correctamente. Va de mostrar una vez a la persona y nunca al personaje.
Es algo que constantemente se valora dentro de las barras de Shoda Monkas, donde hay más de Gabi de lo que la gente piensa. Donde se encuentra también el artista que añora volver al lado de alguien en canciones como “Acuérdate” donde desnuda toda el alma. Esa constante sensación de realidad, de no encontrarte una ficción en las letras, es lo que hace al oyente conectar con Shoda Monkas enseguida. Si a eso le sumamos la impresionante labor que siempre tiene comandando la nave Shack Rose, se queda algo precioso.
Puede que ‘Super Sport’ suene un poco al tono de «Paz Feelin’s» en algunos trayectos, pero se ve una madurez bestial en apenas dos años , después de deleitarnos con canciones como “Independiente” o “Cheese Jardala” donde esa evolución ya estaba más que demostrada.
Sigue siendo el artista que se alzaba libre sobre los tonos depresivos de “Rehab”, pero ahora lo es con un estilo mucho más personal, con unos estribillos cantados como en el caso de “Victoria’s”, que quedan a las mil maravillas, y con la clara sensación de que estamos ante uno de los discos del año. Y eso, teniendo en cuenta que, como él mismo relata, lo escribió en unos meses. Y eso tiene un valor incalculable, no solo a nivel monetario.
Old Balance está de moda y Shoda junto con Shack Rose son la buena prueba de que esto no ha hecho más que empezar. Que ‘Super Sport’ una vez acabado te deja con la sensación de que ahora se viene lo grande. Ojalá sea así y nos sigan deleitando con una música sincera, hecha desde el corazón y siendo totalmente francos con el público y consigo mismos.