Las agresiones racistas, por desgracia, ya son una constante en las noticias que nos llegan de Estados Unidos. Día sí, y día también. A pesar de toda la revolución «Black Lives Matter», que muchos aprovecharon para deslegitimar desentendiéndose del significado real, hechos como el de la muerte de George Floyd a manos de la policía siguen repitiéndose.
La misma premisa se repite en Francia, donde el mestizaje está más que arraigado a lo largo y ancho del país. Debido a la línea más conservadora adoptada a nivel europeo, Francia lleva años luchando contra el prejuicio y la racialización de la población inmigrante e incluso de los franceses mestizos.
Tras las imágenes que se pudieron ver esta misma semana del desalojo violento de inmigrantes afganos acampados en la plaza de la República de París, la policía ha vuelto a ser el foco de las críticas por la agresión a un productor afrodescendiente en la misma ciudad.
Los hechos ocurrieron poco después de que Michel Zecler fuese avistado, sin mascarilla, por tres policías. El productor, al verlos, corrió a refugiarse en su estudio. Posteriormente los tres agentes accedieron al local, propinándole una brutal paliza. Además, tal y como se puede ver en el vídeo que publicó la web Loopsider, poco después aparece un cuarto policía arrojando una granada de gas lacrimógeno en el interior. Según declaraciones del propio Zecler, le «llamaron sucio negro varias veces».
Los cuatro policías han sido expedientados y suspendidos de sus funciones por violencia y falsificación.